Es de noche y te encuentras en tu cama,
intentando conciliar el sueño. La televisión está encendida, pero le has
puesto el volumen más bajo con el fin de no despertar a tus padres, la
parpadeante luz del aparato topa en algunos lugares de la habitación,
cambiando las sombras que se encuentran a tu alrededor y llenando tu
mente de escalofriantes pensamientos. Estúpidamente hace poco apagaste
las luces, y el interruptor se encuentra del otro lado de la habitación.
Estás asustado mientras imágenes de
demonios y fantasmales espectros atraviesan tu mente, tu corazón palpita
como un martillo golpeando un yunque. ¿Por qué? ¿Por qué tuviste que
leer todas esas historias de terror? Te reprimes a ti mismo por ser tan
idiota, y te das vuelta, intentando dormir.
Entonces sucedió. Casi al mismo tiempo que
cerraste los ojos. UN GOLPE, suena como si viniera del final del
pasillo. Abres los ojos y te incorporas cautelosamente. Probablemente tu
hermano se cayó de la cama o algo así. Te das la vuelta una vez más y
cierras los ojos otra vez. OTRO GOLPE. Esta vez sonó cerca. "Es mi hermano, o mi gato, o mis padres, o algo...”
GOLPE. Ese fue afuera de tu habitación. Te
levantas y miras la puerta desafiante. La televisión sigue encendida. La
puerta permanece cerrada.
Entonces, se te ocurre una gran idea.
Agarras el control remoto de la televisión y subes todo el volumen.
Empiezas a sentirte mejor al escuchar voces humanas entrando por tus
orejas. Te vuelves a acostar y cierras los ojos. Entonces, te das cuenta
de lo estúpido que has sido. Después, y sólo después te das cuenta.
¿Si el volumen esta al máximo, como vas a escuchar EL ÚLTIMO GOLPE?
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