Baba Yaga habita los fríos bosques de Rusia y sobrevive devorando niños. Sin embargo la existencia de la bruja no es sólo para aterrorizar a los humanos, tiene la obligación de proteger la frontera entre el mundo mortal y el espiritual…
La ogra del bosque
La bruja Baba Yaga, una popular leyenda del antiguo folclore eslavo, propio de la narrativa skazki. La leyenda habla de una extraña mujer que habita los fríos bosques de Rusia y sobrevive devorando niños. Sin embargo la existencia
de la bruja no es sólo para aterrorizar a los humanos, tiene la
obligación de proteger la frontera entre el mundo mortal y el
espiritual. Además de su crueldad también se conoce un lado positivo que
depende de cómo su adversario o héroe negocie con ella.
Naturaleza de la leyenda
En
un principio Baba Yaga estaba relacionada con la canción del coco:
“Duerme tesoro, que viene el coco y se come a los niños que duermen
poco”. Su presencia en canciones y cuentos de monstruos que se llevan a
niños maleducados servía para que, por medio del miedo, los pequeños
obedezcan a sus padres. La naturaleza siniestra de Baba Yaga pertenece a
la brujería, y su labor también consiste en transmitir sus
conocimientos de brujería a las mujeres. Estos “poderes”, eran
transmitidos de madre a hija, de ellos se conocen las propiedades de las plantas para hacer pociones, y que en la antigüedad servían para curar, matar, enamorar, y como anticonceptivo.
La
apariencia de Baba Yaga varía dependiendo de cada relato, pero en la
mayoría de ellos no es muy agraciada y la describen como una anciana
alta, huesuda, arrugada y fea, que tiene la nariz aguileña de color
azul. Sus pechos son de piedra al igual que su afilada dentadura. Sus
dientes son capaces de roer la madera. A menudo es denominada “la de las
patas huesudas” o “Baba Yaga pierna huesuda”. Su enmarañado cabello
gris parece flotar, dándole siempre un macabro aspecto a su alargado
rostro. Se rumoreo que la relación entre la bruja y la serpiente se debe
a que Baba Yaga tiene solo una pierna.
Cuando
Baba Yaga aparece, su presencia es anticipada por los chasquidos de
madera seca que los árboles hacen, seguido de un viento tempestuoso
que la impulsa a salir del bosque como un torbellino malvado. La
naturaleza ayuda a la bruja a emboscar a su presa, ya sea el héroe del
cuento o los entrometidos niños que se perdieron en su territorio. Una
vez que Baba Yaga aparece, ella procede a atacar a sus víctimas
golpeándolas con sus pechos de piedra y mordiéndolas como un animal
salvaje. Resulta imposible escapar de la bruja debido a su excelente
olfato, el mismo que le permite rastrear a sus víctimas, dicen las
leyendas que huele el miedo de sus presas.
Baba Yaga en la historia
De
acuerdo a los textos antiguos de las leyendas rusas, Baba Yaga era una
ancestral diosa de la tierra eslava, antes de que las deidades rusas
ascendieran al poder. Sin embargo en otras mitologías es buscada por su
sabiduría, por ser protectora de las “Aguas de la vida y de la muerte”,
líquido con el que se pueden curar heridas y devolver la vida. Baba Yaga
es también responsable de los ciclos de la naturaleza, los cuales son
guiados por tres jinetes en armadura que controlan el tiempo. Los
colores que usan son: blanco, rojo y negro, los que representan el
amanecer; el día y la noche. La bruja está pendiente de ellos y en
ocasiones los sigue montada en una especie de cubo, y rema el aire
usando una escoba.
El nombre de la bruja connota su naturaleza y labor en el mundo, el que está compuesto
por dos elementos. El primero “Baba” se traduce como abuela o anciana
en muchas de las variaciones eslovacas. Mientras “Yaga”, es un
diminutivo femenino para el nombre Jadwiga. “Yaga” también se deriva del
antiguo verbo ruso: “Yagat”, que significa abusar o encontrar faltas.
Baba
Yaga es una anciana soltera, pero en otros relatos rusos, ella está
acompañada de su hija Marinka. También existen rumores de que es la
abuela del Diablo, ésto sugiere que tuvo varios hijos, hasta 41 de
acuerdo a muchas leyendas.
El misterio de su hogar
La casa de Baba Yaga está escondida en lo profundo del bosque del Este de Rusia, vivienda de madera conocida como izbushka.
Ubicada en el límite del mundo de los mortales y de los espíritus, por
ende la bruja es la protectora de la frontera entre los dos mundos. Su
hogar no es como cualquiera, debido a que es sostenido por dos grandes
patas de gallina, construcción que se mueve por voluntad propia. En algunas descripciones no tiene ventanas
y en otras fábulas sí, también está adornada con los cráneos de
infantes en los cuales pone velas dentro para iluminarla. La puerta de
entrada normalmente está escondida y no se abrirá a menos que la frase
mágica sea dicha: “Izbushka, izbushka, da la espalda al bosque y el frente hacia mí”. En castellano la oración se puede repetir como: “Casita, casita, da la espalda al bosque y gira hacia mí”.
La vivienda está protegida por un sortilegio cuyo efecto
hace variar su tamaño. En algunas ocasiones es más pequeña que un
ataúd, es por eso que a veces se ve a Baba Yaga totalmente constreñida
por las paredes de madera, con la cara aplastada en la ventana y las
piernas encogidas. Pero en otros relatos la vivienda es mucho más
grande, y rodeada de una cerca hecha de huesos, decorada con calaveras,
cuya puerta está enmarcada con huesos de piernas y su cerradura es una
boca con dientes afilados. El interior de la choza está atiborrado de
carnes y vino, también está protegido por sirvientes invisibles que con
manos espectrales atienden a la bruja. Esto sugiere que la casa tiene la
capacidad de preservar la comida. En los cuentos de la bruja, ella usa
la chimenea de su izbushka para salir por los aires y proteger su guarida.
De acuerdo a las leyendas la izbushka
de Baba Yaga protege la entrada de un mundo subterráneo, y es en este
lugar donde el poder de la bruja es invencible, y hasta los animales
le obedecen. Aquí es donde Baba Yaga crea pociones mágicas y objetos
místicos, como por ejemplo el garrote que convierte todo lo que golpea
en piedra, o el guslis, un instrumento de cuerdas que se toca solo en la
vivienda. Finalmente están sus medios de transporte mágicos, como lo
son alfombras voladoras y el mortero que monta, para merodear por el
bosque en busca de nuevas víctimas.
Fabulas y magia
En
muchos cuentos de la bruja Baba Yaga, se revelan sus habilidades. Ella
es una anciana horrorosa y malévola, que vive en lo profundo del bosque
sin las comodidades del mundo moderno. Sin embargo la bruja ha podido
resolver el dilema de la juventud que las mujeres envidian, el secreto
para convertirse de vieja a joven en segundos, sortilegio que usa para
engañar al héroe de los cuentos y así poder matarlo.
Entre
sus hechizos, la bruja también tiene respuestas para cualquier duda,
algunos relatos sugieren que puede responder la razón de la existencia
del ser humano. Sin embargo cada pregunta que ella acepta la envejece un
año, por ello la bruja no está dispuesta a responder siempre y para
pedir su consejo hay que ir preparado con el espíritu limpio, aunque hay
rumores que hablan de un té de rosas azules que niega los efectos de envejecimiento de cada pregunta.
Las
fabulas se han encargado de describir la naturaleza de Baba Yaga, quien
gusta de comer niños pequeños, pero no por ello está en contra de
alimentarse de adultos que husmeen en su territorio. En algunos cuentos,
cuando la bruja ya ha capturado al héroe, éste engaña a las hijas de
Baba Yaga para que entren primero al horno y por ende la anciana
ermitaña termina comiéndose a sus hijas y no al héroe. También hay
cuentos que hablan de los sirvientes de Baba Yaga, quienes se encargan
de someter a las víctimas para después prepararlas en el horno. Es en
este relato que la víctima se
disfraza con la ropa de las hijas de la bruja y por ende los sirvientes
cocinan a las hijas. Estas narraciones sugieren que Baba Yaga no está
tan pendiente de sus víctimas, por lo que ha sido engañada en muchas
ocasiones y el héroe ha vivido para contar su aventura.
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