Loveland es una pequeña localidad de Ohio en Estados Unidos. Una leyenda urbana cuenta que en numerosas ocaciones se les ha aparecido un extraño animal con cabeza de rana y cuerpo de humano, a los habitantes del lugar.
Dichas apariciones tendrían lugar en las proximidades del río que rodea la ciudad. La criatura que ha sido bautizada desde hace ya muchos años como la Criatura de Loveland, es una especie de ser terrestre pero con características fisonómicas de Rana o lagarto. Existen evidencias concretas de su existencia. Sin embargo, navegando por distintos lugares de la red en busca de indicios claros que afirmen ésta teoría, solo he podido encontrar algunos dibujos, pocos testimonios de su existencia y la fotografía de la izquierda, que más que aclarar la situación la oscurece.
Entre los testigos que dicen haber visto en persona éste extraño ser mitad batracio y mitad humano, se encuantran dos policías de la región, quienes aseguraron haber visto una rana gigante, saltando a orillas del río y luego perderse en las profundidades del mismo. Todos los testigos coinciden en lo mismo, parecía tener forma humana pero con cabeza de rana o lagarto, de un metro y medio de estatura y piel con apariencia de cuero.
En mayo de 1955, un hombre reportó un avistamiento extraño mientras guiaba hacia su casa a las 3:30 am en Loveand, Ohio, noreste de Cincinnati. Alegó que vio tres criaturas en forma de reptil paradas al lado de la carretera, y se acercó para verlas desde su auto por tres minutos. Una de las criaturas de forma de rana cargaba algún tipo de barra o cinta sobre su cabeza, y chispas salían del artefacto. El conductor notificó a la policía de Loveland sobre lo que vio, aunque no se halló evidencia de las criaturas.
Casi veinte años después, en marzo de 1972, un anónimo oficial de la policía de Loveland guiaba en la carretera Riverside a eso de la 1:00am, viajando lentamente debido al hielo que había en la carretera. Más arriba vio un animal parado al lado de la carretera, el cuál pensó al principio que se trataba de un perro. Cuando los faros del auto enfocaron al animal, se levantó de una pose agachada, dejando ver que tenía tres o cuatro pies de estatura con una piel de cuero y una cara parecida a un lagarto o una rana. La bestia miró al oficial por un momento antes de brincar sobre la verja de seguridad y dirigirse hacia el río Little Miami que estaba abajo. El oficial volvió a la escena con otro policía varias horas después, y encontraron marcas de raspasos en el terraplén donde algo aparentemente se deslizó hacia el río.
Dos semanas depués, otro polícía no identificado de Loveland reportó un encuentro parecido. Guiando en la misma carretera, vio un animal en el medio del pavimento, el cuál pensó que estaba muerto o se moría por haber sido arrollado por un auto. Se bajó de su auto para sacar el animal de la carretera, cuando de repente el animal brincó hacia arriba y el oficial vio que era una extraña criatura en forma de rana. Comenzó a escapar, cojeando como si estuviera herido, y se dirigio hacia la valla de seguiridad hacia el rio. El oficial disparó al montruo mientras se escapaba, pero aparentemente no lo pudo herir. Ninguno de los oficiales reportaron de la horrible criatura, pero la información de su avistamiento se filtró a la prensa, y la moderna leyenda de la rana de Loveland pronto se propagó lejos y ampliamente. Un granjero de Loveland también reclama haber visto una criatura parecida a una rana en marzo de 1972.
Los investigadores comenzaron a especular en la conexión con los avistamientos de 1955 de criaturas reptiles, y de la posibilidad de una raza secreta de hombres lagarto habitando los rios de Ohio. Algunos han sugerido que los oficiales pueden haber visto realmente un lagarto monitor del Nilo o una gran iguana, que pueden tener hasta seis pies de largo. Pero de ser así, estos reptiles tuvieron que haberse escapado de un zoológico o de otra manera ser llevados alli, dado que no son nativos de la zona.
Reptiles anormalmente largos y hombres reptiles también han sido reportados en otras partes del país, incluyendo el Hombre Lagarto” de Waine, New Jersey, y el “Gran Lagarto” de Milton, en Kentucky. El más celebre sucesor de la rana de Loveland en años recientes fue la locura del Hombre Lagarto que se propagó en Bishopville, South Carolina, en 1988. Un hombre reporto que una bestia reptil de siete pies de ojos rojizos y apéndices de tres dedos persiguió su auto a través de una carretera rural a 40 millas por hora. Un gran número de otros avistamientos le siguieron, y los oficiales de policia descubrieron huellas de tres tobillos. Pero últimamente , la única evidencia de peso que el hombre lagarto dejó atrás fue gruesas cuentas de banco de los vendedores locales de pegatinas de autos y camisetas alusivas a la bestia.
En el año 2001, mediante una entrevista por correo electrónico, el oficial Mark Matthews explicó que el incidente fue "desproporcionado habitualmente..." Y dijo que "no era y no es un monstruo". Lo tenía piel escamosa o pelo mojado. No medía de 3 a 5 pies de alto. No caminaba erecto.
"El animal que ví era obviamente algún tipo de lagarto que alguien tenía como mascota y que creció mucho para su acuario, o que simplemente tiraron. Medía menos de 3 pies de largo, corrió por el camino y probablemente fue ceegada por los faros de mi vehículo. Parecía no ser agresivo."
Matthews intentó dispararle a la criatura, pero el lagarto escapó y tal vez murió por sus heridas o el frío congelante.
Curiosamente, los nativoamericanos que alguna vez habitaron la misma área, contaban historias sobre una criatura similar mucho antes de que el hombre blanco la viera. Los indios Shawnee que habitaban cerca de Loveland tenían cuentos sobre una criatura que veían seguido mientras cazaban. De vez en cuando disparaban flechas a ella, pero la criatura simplemente resultaba ilesa y se limitaba a ver a los indios, y luego se sumergía en el río. Los indios decían que era una criatura sobrenatural llamada "Shawnahooc", que significa "demonio del río"
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